Luis Sepúlveda Calfucura
periodista de ensayo y escritor
Toda la familia lo anunció con un dolor inmenso, el conocido profesional se había visto afectado por la infección de Covid 19 a fines de febrero y las complicaciones emergentes lo llevaron a la muerte. Las condolencias se han expresado en el mundo del periodismo internacional.
La oficina editorial italiana de las oficinas nacionales de prensa participa en el duelo por la desaparición del colega autorizado.
Guerrillero, ecologista, exiliado político, reportero, viajero cercano a los pueblos en las zonas más remotas del planeta. Nacido el 4 de octubre de 1949 en Ovalle, Chile, a los 15 años se unió a la Juventud Comunista, el punto de partida de una militancia política contra todas las dictaduras de los años 70 y en defensa del medio ambiente, dos temas centrales en su vida. El corazón de su escritura, profundamente humano y lleno de esperanza. Cuando era muy joven escribió para el periódico “Clarín” y a los 20 años su primer libro de cuentos “Crònicas de Pedro Nadie” recibió el Premio Casa de las Américas con una beca para cursos de dramaturgia en la Universidad de Lomonosov en Moscú. Posteriormente en ruta con la Juventud Comunista ingresa a las filas del Ejército de Liberación Nacional en Bolivia.
De vuelta a casa, se graduó como director de teatro, organizó espectáculos, escribió cuentos, se convirtió en periodista de radio y dirigió una cooperativa agrícola. Después de unirse al Partido Socialista, ingresa a la guardia personal del presidente Salvador Allende y continúa el estudio en profundidad de los principales pensadores de izquierda.
Tras el golpe de estado del general Augusto Pinochet en 1973, Sepúlveda fue arrestado dos veces y en prisión, durante dos años y medio, sufrió tortura. Durante 7 meses está encarcelado en un armario que ni siquiera le permite ponerse de pie.
Una larga campaña de Amnistía Internacional lo libera, pero al precio del exilio durante 8 años. Él escapa a Brasil, Paraguay, Ecuador, donde reanuda su actividad de dramaturgo y establece una colaboración con la Unesco para estudiar el impacto de Occidente en la población indígena Shuar.
De esta experiencia de vida con los nativos del Amazonas surgirá en 1989 “El viejo que lee novelas de amor”, dedicado a Chico Mendes, que le da fama internacional, traducido a 35 idiomas y adaptado para la gran pantalla en 2001.
Presso l’Ospedale dell’Università Centrale delle Asturie presso Oviedo (Spagna) è mancato all’età di anni 70
LUIS SEPULVEDA CALFUCURA
giornalista saggista e scrittore
Lo annuncia la famiglia tutta con immenso dolore, il noto professionista era stato colpito da infezione Covid 19 alla fine di febbraio e complicazioni insorgenti lo hanno portato al decesso. Cordoglio è stato espresso nel mondo del giornalismo internazionale.
Guerrigliero, ecologista, esule politico, reporter, viaggiatore vicino ai popoli nelle zone più remote del pianeta. Nato il 4 ottobre 1949 a Ovalle, in Cile, a 15 anni aderisce alla Gioventù comunista, punto di partenza di una militanza politica – contro tutte le dittature degli anni ’70 – e in difesa dell’ambiente, due temi centrali nella sua vita, fulcro della sua scrittura, profondamente umana e carica di speranza. Giovanissimo scriveva per il quotidiano “Clarìn” e a soli 20 anni il suo primo libro di racconti “Crònicas de Pedro Nadie” riceve il Premio Casa de las Americas con una borsa di studio per corsi di drammaturgia presso l’Università Lomonosov di Mosca. Successivamente in rotta con la Gioventù comunista entra nelle file dell’Esercito di liberazione nazionale in Bolivia.
Di ritorno in patria, si diploma come regista teatrale, allestisce spettacoli, scrive racconti, fa il giornalista radiofonico e dirige una cooperativa agricola. Dopo l’adesione al Partito socialista entra nella guardia personale del presidente Salvador Allende e prosegue lo studio approfondito dei maggiori pensatori di sinistra.
In seguito al colpo di stato del generale Augusto Pinochet nel 1973, Sepulveda viene arrestato due volte e in carcere, per due anni e mezzo, subisce torture. Per 7 mesi e’ prigioniero in uno stanzino che non gli consente neppure di alzarsi in piedi.
Una lunga campagna di Amnesty International ne ottiene la liberazione, ma a prezzo dell’esilio per 8 anni. Scappa in Brasile, in Paraguay, in Ecuador dove riprende la sua attivita’ di drammaturgo e allaccia una collaborazione con l’Unesco per studiare l’impatto dell’Occidente sulla popolazione indios Shuar.
Da questa esperienza di vita con i nativi in Amazzonia verrà fuori nel 1989 “Il vecchio che leggeva romanzi d’amore” – dedicato a Chico Mendes – che gli porta la notorietà internazionale, tradotto in 35 lingue e adattato per il grande schermo nel 2001.